10 Cosas que envenenan tu vida
1.- Te hacen sentir mal por tu aspecto físico o preferencias. Especifiquemos que no se trata del código de vestimenta o los buenos modales, todos debemos seguirlos. Pero si alguien se atreve a hablar mal de tu ropa, tu figura o del marido que elegiste, no empieces a buscar justificaciones. No tienes la culpa de nada y no le debes nada a nadie. Recuerda que las personas que se meten en la vida de otras son las que no tienen vida propia.
2.- Te hacen sentir mal por tu aspecto físico o preferencias. Especifiquemos que no se trata del código de vestimenta o los buenos modales, todos debemos seguirlos. Pero si alguien se atreve a hablar mal de tu ropa, tu figura o del marido que elegiste, no empieces a buscar justificaciones. No tienes la culpa de nada y no le debes nada a nadie. Recuerda que las personas que se meten en la vida de otras son las que no tienen vida propia.
3.- Todo el mundo decide por ti. Tal vez tus padres de verdad conozcan mejor esta vida, incluso si tú también ya eres madre o padre. Pero esto no les da ningún derecho de imponerte su elección incluso si parece mejor. Es tu vida y la decisión depende de ti, los errores que cometas inevitablemente también serán todos tuyos. Al final de cuentas, es mejor ser un diseñador no tan famoso pero feliz que un abogado adinerado hundido en la depresión.
4.- La relación que te hace sentir mal. Alguien una vez bromeó: "Siempre lloras por tu relación. ¿Con quién sales, con una persona o con una cebolla?". No te decimos que dejes de inmediato a la persona que te hace sentir mal. Pero si tu vida sin esta persona es más fácil que sin ella, seguramente tienes mucho qué pensar: ¿por qué sigues aguantándolo?
5.- La coerción sexual, incluso si se trata de tu marido. Tu cuerpo sólo te pertenece a ti, y el hecho de que estés casada no significa que tu marido pueda usarte sin importar tus deseos y cómo te sientes. Una pareja respetuosa tomará tu rechazo sin problema. En caso de que suceda todo lo contrario y te culpen de ser egoísta, tienes un motivo serio para reconsiderar tus acciones.
6.- Decepciones constantes. No cierres los ojos al engaño sistemático por parte de tus familiares o amigos. Dale a entender al mentiroso que lo sabes todo pero sin asumir el papel de un juez. No es tu tarea corregir a esta persona, lo debe hacer por su cuenta, sólo puedes apoyarla pero tampoco dejes que pase por encima tuyo. Si de verdad te quieren y te respetan, te dejarán de contar mentiras.
7.- Falta de respeto en el trabajo. Desafortunadamente, muchas personas se ven obligadas a soportar un trato irrepetuoso hacia ellas por parte del jefe o de sus compañeros. Si estás en una situación similar, pregúntate: ¿de verdad necesitas tanto este trabajo para soportar las humillaciones diarias y hacer gratis lo que no es tu responsabilidad? No te avergüences por luchar por tus derechos y contestarles a tus compañeros, cuyo desarrollo mental quedó al nivel de los bravucones de escuela.
8.- Violencia física y emocional. No existe y no puede existir ninguna justificación para aquellos que frecuentemente te pegan o te humillan. Tu seguridad está por encima de todo y no tienes por qué estar con la persona que pone en peligro tu salud física y psicológica, así como también tu vida. Tienes todo el derecho a romper los contactos con este individuo.
9.- Control constante. Si alguien controla cada paso tuyo, ya sea tus padres, amigos o tu pareja, no quiere decir que te quieren mucho. Cada persona debe tener su espacio personal, y una relación es imposible sin la confianza mutua. Si dejas que la situación se te salga de las manos, el control puede convertirse en una tiranía.
10.- Reproches por no ser perfecta. En realidad, no existen personas perfectas. A pesar de que todos tenemos la imagen de “un niño perfecto“, ”un hombre verdadero" o “la chica de mis sueños”, esto no nos da ningún derecho de reprocharles a nuestros seres queridos por no cumplir con nuestros ideales. No le hagas caso a la persona que exige que cambies el peinado o que tengas músculos como de Schwarzenegger. Tus cambios no son ninguna garantía de que te empiecen a querer más. El amor no es algo que debes merecer, y las exigencias con el tiempo se pueden volver más absurdas.
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